Steve Jobs y el lado oscuro de ambas medicinas

Hoy, hace un año, murió Steve Jobs. No quiero decir que fue un ídolo mío, porque como persona dejaba mucho qué desear. Pero vaya que me gustan los juguetes que creó. Y definitivamente lo admiro como orador. Le he tomado varios tips para presentar y para hacer los apoyos visuales de mis pláticas.

Pero esta entrada no se trata de los logros tecnológicos de Jobs. Se trata del lado oscuro de ambas medicinas: la «alternativa» y la «convencional». A ambas se enfrentó Jobs en su lucha contra el cáncer.

Medicina «alternativa»

Esto se vuelve repetitivo, pero para mí, si hubiera ciencia dentro de estas corrientes entonces no se llamarían «alternativas» porque se volverían parte del armamento terapéutico de todo sistema de salud. Steve Jobs era un ferviente seguidor de varias dietas «naturales» y «desintoxicantes». Se hacía purgas, pasaba tiempos prolongados comiendo sólo frutas, y hasta tenía huertos y panales de abejas propios para tener alimentos orgánicos siempre disponibles. Nada de esto le sirvió ni para prevenir el cáncer, ni para curarlo. Al contrario, su fanatismo por lo mágico lo perjudicó.

En octubre del 2003, Jobs fue diagnosticado de cáncer incidentalmente, después de un chequeo de rutina por un cuadro previo de cálculos renales. Después del susto, recibió una buena noticia cuando descubrieron que no era el temido adenocarcinoma, sino un tumor neuroendócrino sin metástasis, un cáncer con un excelente pronóstico con tratamiento quirúrgico. Pero no, oh no, Jobs no quiso que lo operaran. Primero quiso probar si funcionaban otras cosas como dietas vegetarianas y jugos de frutas, acupuntura, hierbas orgánicas, purgas y enemas, hidroterapia, y la expresión de los sentimientos negativos. Nueve meses después, finalmente decidió operarse, pero el cáncer ya había avanzado y fue una lucha cuesta arriba.

Se entiende que se intente de todo cuando no hay buenas opciones de tratamiento basadas en ciencia. Pero cuando sí existen se puede perder tiempo valioso. Y hay otro punto, algunos pacientes comentan que van con el <ponga su curandero alternativo favorito aquí> cuando es algo leve y con el médico cuando es algo que valga la pena. ¿Cómo saben ellos qué vale la pena y qué no? Un proceso febril puede ser desde algo completamente trivial hasta algo potencialmente mortal. Igual un proceso crónico. Éste es el verdadero riesgo de la medicina alternativa.

Medicina «convencional»

Steve Jobs estaba convencido que era mejor un sistema cerrado, con integración desde el hardware hasta el software, que uno abierto. Así siempre ha sido Apple. El Mac OS únicamente se puede usar en las computadoras Mac. Microsoft, por el contrario, da licencias a diferentes compañías para que usen Windows (Dell, HP, Gateway, Sony…). El iOS es igual, sólo se usa en iPhones y iPads, a diferencia de Android que se usa en celulares de múltiples compañías. Ambos enfoques tienen sus pros y sus contras, pero Jobs siempre creyó que lo integrado era mejor que lo fragmentado.

Qué sorpresa se llevó cuando se dio cuenta que el cuidado de su salud no era un sistema integrado, sino fragmentado. El montón de complicaciones que tuvo por el cáncer (después de finalmente recurrir a la medicina «convencional»), desde el transplante de hígado hasta los múltiples problemas intestinales, nutricionales, infecciosos, era atendido por un equipo de diferentes especialistas: oncólogos, anestesiólogos, nutriólogos, hematólogos… Y cada quien andaba por su lado. Su esposa tuvo que poner orden, convocar y reunir a todos los subespecialistas para tener un plan integral.

Esto nos pasa muy frecuentemente. Referimos un paciente o pedimos una interconsulta y, en vez de hablar frente a frente con el colega, o al menos por teléfono, sólo esperamos qué pone en el expediente, o qué nos dice el residente encargado, o qué nos dice el paciente que le dijo el colega. Nos falta mucha comunicación. Por algo los pacientes se cansan y se van a probar otras cosas. Si hay algo que tenemos que aprender de los «alternativos» es su trato cálido con los pacientes.

Entrada escrita en una laptop Mac (sistema cerrado) y publicado con WordPress (sistema abierto)

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa

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