SI NO HACE DAÑO, ¿POR QUÉ NO PROBARLO?

«Si no hace daño, ¿por qué no probarlo?«. Si tan sólo fuera así de fácil.

Cuando nos sentimos mal estamos dispuestos a probar de todo. Cuando se trata de un padecimiento crónico, aún más. O incluso cuando estamos sanos, y alguien nos promete que con su producto o terapia alternativa nos sentiremos aún mejor, «si no hace daño, ¿por qué no probarlo?«.

Cuando se nos trata de vender un tratamiento mágico, nos bombardean de testimonios de gente a quien le «ha funcionado muy bien». De hecho, sus únicas pruebas de que estas terapias funcionan son las historias de los pacientes.

Como son pocos los familiarizados con el método científico y con las formas objetivas de demostrar si algo funciona o no, el sitio What’s the harm utiliza anécdotas de personas que han sido dañadas por intentar terapias no comprobadas. Aunque utiliza la misma estrategia de las pseudociencias (anécdotas), el mensaje es claro. El sitio ilustra la otra cara de la moneda, e invita a un pensamiento crítico.

«Si no hace daño, ¿por qué no probarlo?«. El problema es que sí puede hacer daño.

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa

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