La semana pasada tuvimos la oportunidad de estar nuevamente en la Secretaría de Salud en México, en específico en el Cenetec. Después de 4 días, trabajo, convivencia, y talleres sobre ensayo clínico, casos y controles, búsqueda, revisión sistemática, y gradación de la evidencia con el sistema GRADE, quedó un buen sabor de boca. Sin embargo, estando allá nos preguntábamos cómo evaluar el aprendizaje o el impacto de estas actividades.
Como anillo al dedo, los «Sicilianos» (los de la MBE, no los de la mafia) nos dan una guía con su Sicily statement on classification and development of evidence-based practice learning assessment tools. La primera parte de esta serie fue publicada en el 2005 y ya forma parte de una gran cantidad de programas académicos en medicina.
En esta ocasión, se enfocan en crear un marco para desarrollar herramientas evaluadoras. Con esta guía se abarcan 7 dimensiones en el aprendizaje de la MBE:
- Reacción inicial a la experiencia educativa de la MBE. ¿Sienten los alumnos que dicha experiencia educativa les brindará beneficios?
- Actitudes hacia la MBE. ¿Valoran los alumnos a la MBE como una parte importante de su práctica?
- Autoevaluación para hacer una práctica basada en la evidencia. ¿Se sienten los alumnos capaces de realizar los 5 pasos?
- Conocimiento sobre los principios de la MBE. ¿Conocen los alumnos el tipo de estudio más apropiado para responder determinada pregunta, ej. de pronóstico?
- Habilidades en el desempeño de la MBE. Por ejemplo, ¿pueden realizar una búsqueda eficaz en Pubmed para una revisión sistemática?
- Comportamiento congruente con la MBE como parte del cuidado del paciente. ¿Identifican brechas en el conocimiento y buscan la mejor evidencia?
- Beneficios a los pacientes, asociados a la MBE. ¿Las acciones de la MBE han mejorado los desenlaces en los pacientes?
Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa