LAS VACUNAS LLEGARON YA…

JERINGAS…y llegaron bailando el chachachá…

La Secretaría de Salud notificó ayer que habían llegado las primeras 650,000 dosis de vacuna contra el virus de la influenza A(H1N1) y que se planea usarlas en los grupos de riesgo (personal de salud, mujeres embarazadas y enfermos crónicos).

Con esto, vale la pena revisar los reportes de seguridad hasta el momento. La OMS estima que hasta el momento se han vacunado aproximadamente 65 millones de personas:

Efectos secundarios: los más frecuentes, como era de esperarse, son enrojecimiento y dolor en el sitio de la inyección. Con menor frecuencia se presenta fiebre, cefalea y dolores musculares, síntomas que se resuelven de manera espontánea en menos de 48 horas.

También se han observado diferentes reacciones alérgicas que, según reporta la OMS, están dentro del rango esperado para una vacuna. Vale la pena mencionar en este punto el lote de 170,000 vacunas que ha sido detenido en Canadá porque varias personas tuvieron reacciones anafilácticas.

Síndrome de Guillain-Barre. Hasta el momento, menos de 10 casos han sido reportados en personas vacunadas, lo cual corresponde a la prevalencia normal de la enfermedad y no se han asociado a la vacuna. Aún así, la OMS sugiere seguir pendientes y reportar casos sospechosos. Reportes como éste sólo sirven para alarmar a la gente.

Muertes. De nuevo, ha habido algunas muertes en personas vacunadas pero ninguna ha sido asociada a la vacuna.

El número de casos de influenza A(H1N1) ha aumentado en las últimas semanas y se ha reflejado de manera local. El aumento en el número de pacientes también provoca un aumento en el número de hospitalizaciones, pero hay que seguir teniendo en mente que la gran mayoría de los casos son leves (y manejados en casa con sintomáticos) y que la gran mayoría de los hospitalizados se recuperan sin problema.

Nuestra única arma médica en el tratamiento es el famoso oseltamivir, que como sabemos no es la panacea. Además, ya aparecieron mutaciones nuevas e importantes (aunque aún aisladas) en el virus y también ya se comprobaron los primeros contagios entre pacientes de virus resistente al antiviral.

Así que, probablemente la mejor opción para el control de esta epidemia sea la vacunación. Hasta el momento, los reportes de eficacia de la vacuna son buenos, y los reportes de seguridad alentadores. Definitivamente habrá que seguir pendientes, monitorizando los posibles efectos secundarios, pero en este momento yo prefiero vacunar (y vacunarme) en vez de ponerme en el plan de «la pandemia está sobreestimada y la vacuna tiene más riesgos que beneficios».

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa

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