Diferencias generacionales en los profesionales de la salud

nana1

«Los aprendices en medicina de hoy han olvidado lo que es el contacto humano, todo el día se la pasan con la tecnología a la mano, perdiendo el tiempo en las computadores, redes sociales, chateando… nosotros no éramos así…» –»son otras generaciones, son diferentes mentes» –»¿lo son?»

Dentro del gusto por la clasificación o división en grupos que muchos tienen, las generaciones no escapan a la misma, y clásicamente se describen generaciones en el ser humano y su comportamiento dependiendo de la época en que nacieron. Así tenemos a:

  • los «baby boomers», que nacieron entre los años 1946 a 1964
  • la Generación X, nacidos entre 1965 y 1981
  • la Generación Y ó Milenios, nacidos entre 1982 y 1990
  • y más recientemente la generación Net, del año 1991 al 2011

Estas, por supuesto, son fechas más arbitrarias que reales y ese es precisamente el punto a tratar. Sociólogos, periodistas, historiadores, definen a estas generaciones por su comportamiento, especialmente durante sus años jóvenes y de fuerza laboral y creativa. Así, se dice que las fuerzas laborales y creativas dominantes actuales son los de la generación X y generación Y o milenios.

¿Existen diferencias generacionales intrínsecas? ¿Son distintos los genes, biología celular neuronal y comportamiento entre los individuos dependiendo de la fecha en que nacieron?

Algunos autores concuerdan en que existen diferencias. Sin embargo, estas se atribuyen a los cambios ambientales sociales y tecnológicos más que a alguna razón biológica en sí. Sería como pensar que existen horóscopos para décadas en lugar de meses.

El tema de la educación médica y en sí de la carrera profesional de un médico o enfermera, no escapa a estas definiciones y la pregunta es: ¿debemos enseñar medicina de forma distinta? y de ser así ¿en qué sentido?

Yo soy un orgulloso generación X nacido en los 70s. Recuerdo mi adolescencia y mis gustos. La música, la ciencia, artes visuales y la literatura eran (son) mis pasiones, pero pocos los amigos que compartían esos gustos y por lo tanto, no pululaban a mi alrededor. Sin embargo estoy seguro que en algún lado se hallaban más adolescentes que compartían esos gustos. No había clubes especializados en ello, y si los había, era muy difícil dar con los mismos. También recuerdo mi armamento de «gustos y gadgets» de la época. Mi Atari 2600, mi videocassetera beta y VHS, una de las primeras computadoras personales de IBM, el WalkMan, y en sí, toda una serie de artículos tecnológicos que conforme salían a la luz, hacía todo por conseguirlos. Todo esto (y más) lo tiene un chico actual en su teléfono. No es necesario tanto gasto, tanta complicación. Le basta entrar a algún foro virtual, una página de Facebook o seguir a otros en Twitter para compartir gustos, debatir ideas, generar conocimiento entre otros productos secundarios que pueden ser buenos o malos, existe de todo.

¿Quién no hubiese aprovechado todos esos gadgets, buscadores en red, e-books, podcasts, geolocalizadores, y un gran etcétera para usarlos en su carrera profesional? Como en la caricatura de abajo, el hombre desde siempre ha querido comunicarse lo más rápido posible para lograr muchos de sus objetivos, para sobrevivir y para ensalzarse.

Screen Shot 2013-03-17 at 2.00.46 PM

¿Existen diferentes generaciones o diferentes oportunidades? Yo voto definitivamente por lo segundo, y agregaría que la mayor diferencia que vemos es en la capacidad de adopción de las nuevas tecnologías.

En la adopción de una innovación (sea tecnológica o de hábitos) existen los llamados «early adopters» o adoptadores tempranos, y los «laggers» o personas que esperan a que los «early adopters» hayan probado que la innovación es viable.

Si imagino a mi «YO» adulto, y a el «YO» joven, de 17 años, viviendo juntos en esta misma época, francamente no vería diferencia en cuanto a la adopción de las nuevas tecnologías (yo me considero un early adopter, a veces un poco de los «laggers»); y estoy seguro que el patrón sería el mismo para el resto de los generaciones que conozco, es decir, en mi época había un porcentaje de compañeros que eran «early adopters» (aquellos que inmediatmente compraban el nuevo «gadget»), y había algunos que simplemente dejaban pasar todo el tiempo del mundo para asegurarse de comprar o usar la nueva tecnología.

Al ya nacer con la tecnología, te es más sencillo usarla porque es parte de tu vida; el cambio, sin embargo, será para los mayores que ya estaban acostumbrados a cierta usanza en su práctica, aprendizaje y enseñanza.

El mensaje en sí, es que como profesor, se necesita de una evaluación crítica y posterior adopción temprana al cambio, y todo recae en el pensamiento crítico, en la evaluación sensata y perspicaz de la tecnología y el cambio ocurrido para poder determinar de manera no sesgada si ese cambio hará más bien que mal.

Por lo pronto, nuestros alumnos usan las tecnologías para aprender y comunicarse, es nuestro turno como profesores determinar cómo usar esa tecnología (gadgets, redes sociales, web) para lograr mejores resultados en enseñanza y en salud.

 

Carlos A. Cuello

Centro de Medicina basada en evidencia

Tecnológico de Monterrey

Tema presentado en parte en las jornadas de educación médica llevadas a cabo en la Facultad de Medicina de la UNAM (gracias en especial al Dr. Melchor Sánchez Mendiola, por la invitación y atenciones)

Comparte esta entrada: Share this post with the world.
  • Twitter
  • Facebook
  • del.icio.us
  • Digg
  • Google
  • LinkedIn
  • StumbleUpon
  • Technorati