La situación epidémica actual del virus del Ébola es alarmante, convirtiéndose en encabezados internacionales, pero surge aquí una de las preguntas más importantes, ¿qué es el Ebola? :
El Ébola, es un virus de ARN (de cadena-sencilla perteneciente a la familia Filoviridae, el cual su género ha sido dividido en cinco especies: Zaire, Sudan, Ivory Coast, Bundibugyo y Reston), cada uno de estos ha mostrado diferente ¨virulencia¨ (habilidad de un agente infeccioso para causar enfermedad), la transmisión de este virus es de persona a persona a través de secreciones corporales (sangre, vómito, orina, heces y sudor), existe la posibilidad de transmisión también por contacto con monos salvajes enfermos; la manifestación clínica más grave ha sido reconocida como la ¨fiebre hemorrágica¨, misma a la que se atribuye la muerte de 961 personas en este reciente brote en el Oeste de África.
En un artículo publicado recientemente por el British Medical Journal (BMJ) se pone en debate la propuesta de la utilización de vacunas experimentales en poblaciones de riesgo, este documento ofrece una mirada general al problema actual visto desde el impacto económico y las dificultades éticas de estas decisiones, donde el interés por la industria farmacéutica es mucho y los gobiernos son incapaces de ofrecer una solución a la brevedad que evite el aumento de contagios y muertes a nivel global.
Agencias noticiosas han reportado la oferta de diversos laboratorios en la carrera de ser los primeros autorizados en ejecutar sus proyectos en humanos, como una posibilidad de prevención y tratamiento tras la exposición al virus. Estas decisiones impactarán en el control de la enfermedad pero es de vital importancia garantizar la mejor estrategia para acercar estos tratamientos experimentales a la población, ya que hasta el momento las vacunas sólo han sido probadas en animales, por lo que es necesario que sean evaluados sus efectos en humanos.
Es de suma importancia que cualquier fármaco o vacuna debe de ser sometido a una estricta evaluación que permita identificar los efectos adversos luego de su administración en humanos, permitiendo evaluar si los beneficios de su administración superaran a los riesgos que implica administrar el tratamiento a la población en general como es el caso de las vacunas.
Bajo la premisa de que Ébola es una de las enfermedades con alta letalidad y teniendo presente la incertidumbre de si este brote epidemiológico sea quizás la única oportunidad para someter a prueba estos fármacos y vacunas, queda en debate si es necesario actuar permitiendo los ensayos clínicos limitados a la población civil en riesgo o realizar un acercamiento optando por que los participantes sean los trabajadores sanitarios expuestos a los pacientes enfermos. Es necesario tomar una decisión ante las dificultades por contener el contagio, el riesgo de nuevos brotes epidemiológicos en otras regiones y la latente amenaza de bioterrorismo.
Para seguir leyendo más acerca de las pruebas imparciales y la necesidad de ensayos clínicos en humanos puedes consultar la iniciativa Testing Treatments en español.
Sólo quedará esperar la última decisión que se tome por los gobiernos e instituciones sanitarias, dejando en el eco la pregunta: ¿El fin justifica los medios?
Netzahualpilli Delgado Figueroa
Médico de Primer Contacto
UMAE Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS
