Recordemos las veces que, después de un largo día de trabajo, llegamos cansados a la sesión mensual de la clínica, del colegio médico, o de cualquier otro evento académico. Después de acomodarnos en nuestro asiento, en un auditorio frío y a media luz, comienza la conferencia. Y en los primeros minutos, el ponente muestra diapositivas con más de 20 viñetas, saturadas de información, incluso que ni siquiera alcanzamos a leer. Minutos después, comienzan a caer los párpados.

Ahora veámoslo desde el otro lado, ¿a poco no somos culpables de hacer lo mismo? Usamos al PowerPoint para leer nuestras conferencias, no como apoyo audiovisual. El resultado para la audiencia: un «coma secundario al PowerPoint», tal y como lo ilustra Dilbert en la caricatura de arriba.

PowerPoint, Prezi, Keynote, etc., son todas excelentes herramientas de apoyo para nuestras ponencias. Sólo hay que cuidar no perder la atención de nuestro auditorio.

Los dejo con una cómica presentación al respecto:

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa