A propósito del efecto placebo que se ha mencionado recientemente y para estar en la misma «onda» platicaremos un rato de tal efecto. Hace unos días comentaba con la madre de uno de mis pacientes un estudio sobre el uso de antibióticos en otitis media y en la charla también salió a relucir el efecto placebo. Después de esto, la conversación cayó en el tema de la homeopatía. La mamá de mi paciente (también amiga mía) mencionó cómo muchos familiares y amigos le recomendaban tal «terapia». Ahí fue cuando le mencioné lo que se ha comentado ya innumerables ocasiones en nuestro blog y muchos otros, sobre el efecto placebo de la homeopatía y otras terapias alternativas.
Se interesó mucho y preguntó: «Pero, en niños ¿cómo puede existir eso del efecto placebo? Yo entiendo que un adulto se sugestiona y puede decir que una pastilla de azúcar le quita un dolor o le hace sentir mejor… pero ¿en niños? ¿cómo es posible si YO estoy viendo la mejoría…?» Guardé silencio unos tres segundos y con agrado miré cuando ella misma se dio cuenta de la respuesta que acababa de mencionar.
Aunque no es del todo cierta su respuesta, sí explicaría que la mayor parte del efecto placebo que se «observa» en los niños y neonatos viene de una percepción del padre o madre que siente que una inyección es mejor que una píldora para curar a su hijo, o que un chupón con azúcar es bueno para el dolor que no ofrecerle nada. Sin embargo, me siguió quedando la duda de si el efecto placebo puede ser posible en recién nacidos y lactantes, donde el desarrollo de la corteza cerebral aún no es del todo completo y puede que el efecto placebo no se lleve a cabo ahí.
¿Existe el efecto placebo en los niños? Sigue leyendo →