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MUERTE DE CUNA O BRONCOASPIRACION

En una entrada previa discutimos acerca de la muerte de cuna y el riesgo de dormir a los niños boca abajo o de lado. Ahora retomamos el tema haciéndonos preguntas acerca de la famosa «broncoaspiración».

Es mi impresión muy personal, pero siento que la muerte de cuna está sub-diagnosticada en México. Existen fallecimientos en niños previamente sanos, sin enfermedad grave por reflujo gastroesofágico, retraso mental o algún predisponente, que mueren de manera súbita y que se les diagnostica como «broncoaspiración», sin autopsia, sin pruebas. Sólo la asociación de que encontraron al niño con algo de saliva o vómito en la boca. ¿Ésa fue la causa o sólo son hallazgos de un evento terminal o post mortem?

Sólo vean esta noticia: «La causa del deceso del infante según se informó fue un ataque de broncoaspiración fulminante». Desconozco lo que pasó en ese caso, pero podemos ver en la nota que se trataba de un niño 4 meses, de madre adolescente, y que asocian la muerte a las temperaturas bajas (¿estaba arropado el niño?, ¿cómo estaba dormido?, ¿estaba enfermo antes?). No hay manera de saberlo. Pero la redacción de la noticia asusta. ¡Broncoaspiración fulminante! Cualquier padre verá esto y pensará que no volverá a dormir a su hijo boca arriba. Y en lo poco se que lee, se ven al menos 2 factores de riesgo para muerte de cuna.

La recomendación para dormir a los niños boca arriba por parte de la AAP se dio en 1992. Y la campaña Back to Sleep («de espaldas a dormir») inició en 1994. Si dormir a los niños boca arriba aumentara el riesgo de muerte por broncoaspiración, entonces éstas deberían haber aumentado en años posteriores. Pero esto no sucedió, como lo podemos ver en el artículo que Malloy HM publicó hace ya varios años.

De igual manera, Krous HF hace un análisis en el 2007 acerca de la relación entre broncoaspiración y muerte de cuna, y concluye que hasta en el 14% de los niños con síndrome de muerte súbita infantil se puede encontrar contenido gástrico en pulmones, sin que esto sea la causa del fallecimiento. Estos hallazgos pueden representar un evento terminal, y no están relacionados a la posición al dormir.

Entonces, tenemos un círculo vicioso: costumbre arraigada de dormir a los niños de lado o boca abajo por el miedo a la broncoaspiración >> noticias alarmistas de niños fallecidos por broncoaspiraciones no comprobadas >> más miedo y más arraigo a la costumbre… y mientras tanto, seguimos sin estadísticas fiables de la muerte de cuna en nuestro país, y sin poder concientizar ni comunicar los factores de riesgo a las familias.

En fin, es sólo mi punto de vista. Aquí los dejo con mi presentación:

Muerte de Cuna

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa

ABLACTACION TARDIA PREVIENE ALERGIAS… QUE NO?

papillasMamá: «Doctor., ¿y hasta cuándo le voy a poder dar papillas a mi niña?»
Pediatra: «Hasta los 6 meses»
La abuela: «¡Uy, yo a mis hijos les di huevos desde que tenían un mes!»
Mamá: «Y en la guardería les dan papillas desde los 4 meses»

La mayoría de las recomendaciones, incluyendo la del Colegio Americano de Alergias, dictan que deben iniciarse alimentos sólidos cuando el niño cumpla 6 meses. Todo esto se hace para aprovechar al máximo los beneficios de la leche materna y para reducir el riesgo de alergias alimentarias.

Este mes se publicó otro artículo en el Pediatrics que no encuentra asociación entre el momento de la ablactación con el desarrollo de alergias. Y digo «otro» porque no es el primero que me encuentro (1, 2, 3, 4). Los estudios que he hallado son observacionales y parece que falta mucho qué investigar en este tema. No conozco ensayos clínicos aleatorios que comparen a un grupo al que se ablactó a los 4 meses contra otro al que se le ablactó a los 6.

Por lo pronto, yo creo que me quedaré con las recomendaciones de las Academias. Pero habrá que seguir al pendiente. Es muy probable que estas guías de alimentación sigan cambiando.

¿Será que la abuelita tiene razón?

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa

EL DOCTOR NO LE PONE ALCOHOL AL OMBLIGO!

ombligoAl momento de dar de alta a la orgullosa mamá con su recién nacido:
Mamá: «¿Cómo le limpio el ombligo?»
Pediatra: «Puedes hacerlo con un aplicador limpio de algodón y dejar que seque. Puedes usar agua y jabón»
Mamá: «¿y le pongo alcohol?»
Pediatra: «no es necesario»
Mamá intrigada: «¿en verdad?, ¿ni mertiolate ni nada?»
Pediatra: «de verdad, no es necesario. Sólo mantenlo limpio y seco»

¡Blasfemia! Imagínenlo. Años y años recomendando que se le ponga alcohol o algún antiséptico al muñón umbilical y salen con esto. De ser así, el doctor tendrá que pasar un bueeen rato explicando que realmente no es necesario.

Recuerdo cuando me topé con este artículo del American Family Physician hace unos 3 años. El artículo se acompaña de su panfleto informativo para el paciente. Su recomendación al familiar dice así: «No ponga alcohol en el cordón de su bebé. El cordón se secará y se caerá por sí solo dentro de las próximas 2 semanas».

La guía clínica de NICE dice así:»Debe recomendarse a los padres mantener el cordón limpio y seco, y que no se usen antisépticos de rutina».

Inclusive el texto para pacientes de eMedicine menciona que probablemente el pediatra recomendará que se limpie con alcohol el área unas 2-3 veces al día, pero que «algunas investigaciones» sugieren que el cordón se desprenderá más rápido si se deja en paz.

Finalmente tenemos una revisión Cochrane. Los autores incluyen 21 estudios, con un total de 8959 niños, la mayoría hechos en países desarrollados. Los resultados sugieren que da igual si se les pone antisépticos/antibióticos, si sólo se les limpia y seca, o si se les pone un placebo. ¿Sería igual en los países subdesarrollados? No sabemos, pero se me antoja pensar que sí.

Cuando tenemos frente a nosotros situaciones tan comunes como el cuidado del cordón umbilical del recién nacido, es difícil detenernos por un segundo y pensar ¿estará bien lo que siempre he recomendado? Si lo hacemos, y buscamos la evidencia, nos sorprenderemos de lo cambiante que es la medicina y tomaremos mejores decisiones para nuestros pacientes.

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa