Archivo del Autor: Giordano

MATICES PARA DECIR LO MISMO

Existen diferentes maneras para comunicar el efecto de un tratamiento. Algunas son más apantallantes y otras más reservadas. Tal vez, el número necesario a tratar (NNT) sea una de las formas más prácticas para valorar si una intervención terapéutica es de utilidad.

Imaginemos un estudio en el cual a 100 niños les trataron con el medicamento A y a otros 100 les dieron placebo.

Grupo tratado: 100 niños.
Grupo control: 100 niños.

La función del medicamento era disminuir la severidad de la enfermedad X y prevenir así hospitalizaciones. Imaginemos ahora que estos son los resultados:

Grupo tratado: 100 niños. 2 fueron hospitalizados.
Grupo control: 100 niños. 4 fueron hospitalizados.

Si yo dijera que el tratamiento A disminuye las hospitalizaciones al 50%, ¿estoy mintiendo? La realidad es que no. Visto de manera proporcional, 2 es la mitad de 4. Escuchar los resultados de esta manera suena impresionante. La primera percepción puede ser que es un medicamento muy bueno.

Pensemos ahora en términos absolutos. ¿Cuál fue el riesgo de ser hospitalizado si un niño estuvo en el grupo del tratamiento? 2%. ¿Y cuál es el riesgo de ser hospitalizado si el niño estuvo en el grupo control? 4%. La diferencia entre ambos es sólo 2% (4 – 2 = 2).  Esto ya no suena tan impactante.

Si a esa diferencia entre los riesgos de los grupos le sacamos el inverso (1/0.02) obtendremos el número necesario a tratar: 50. Esto quiere decir que tendríamos que tratar a 50 niños para evitar que 1 fuera hospitalizado. Para entenderlo más fácil: si de 100 niños evitamos la hospitalización de 2, entonces ¿a cuántos necesitamos tratar para evitar que 1 se hospitalice? a 50 (con una simple regla de 3).

Entonces, tenemos 3 matices de la misma información:

  • El 50% es la reducción del riesgo relativo.
  • El 2% es la diferencia de riesgos (o reducción del riesgo absoluto).
  • El 50 es el número necesario a tratar.

La manera de comunicar el efecto de un tratamiento puede influir en la decisión del médico de recetarlo y del paciente en recibirlo. Si alguien quisiera venderme un medicamento, ¿cómo creen que me presentaría la información?

Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa