«Mi paciente tiene diarrea y se me ofrece un medicamento que en promedio disminuirá 3 horas la diarrea comparado con NO administrarlo… ¿Lo prescribo?»
«No» – responde una voz.
«Bueno» -vuelvo a pensar- «he mentido; disminuye la diarrea en promedio 6 horas…»
«No» -responde otra vez la voz.