Para los que no conocen la saga del oseltamivir, el BMJ tiene un interactivo historial al respecto. En breve: en la pandemia del 2009 un pediatra japonés cuestionó las «pruebas» que existían para recomendar el oseltamivir y contactó a la Colaboración Cochrane para que las revisara. A finales del 2009, investigadores independientes, autores del BMJ y Cochrane, contactaron a la farmacéutica, Roche, para solicitar todos los estudios realizados sobre la eficacia del oseltamivir para influenza. Más de la mitad estaban sin publicarse. Después de 3 años de riñas, Roche liberó los estudios, y a su vez convocó a su propio grupo de expertos, apodado MUGAS, para que hicieran su propia revisión de la evidencia.
Hoy se publicó la actualización de la revisión sistemática del BMJ/Cochrane sobre la eficacia del oseltamivir para prevenir y tratar influenza en adultos y niños. Sigue leyendo