Si un niño tiene reflujo vesicoureteral, está en mayor riesgo de infecciones de vías urinarias (IVU). Entonces, si le damos profilaxis con antibióticos debe disminuir el riesgo. ¿Cierto?
Esta conducta ha sido empleada durante años a pesar de no haber suficiente evidencia de su eficacia. Los estudios realizados previos al 2006 tienen deficiencias que no permiten obtener una conclusión firme: tamaños de muestra pequeños, estudios sin grupo placebo y sin cegamiento, toma de muestra de orina con bolsa recolectora, etc. La revisión Cochrane al respecto concluye que los antibióticos pueden reducir un poco el riesgo de infecciones asintomáticas, pero no hay efecto en las infecciones con fiebre y llevan el riesgo de efectos adversos.
De igual manera, la revista Evidencias en Pediatría redacta un escenario clínico con su respectivo análisis de la literatura. En él, de nuevo se concluye el poco beneficio de la profilaxis con antibióticos en niños en riesgo de IVU.
Esta semana se publicó en el New England Journal of Medicine un ensayo clínico aleatorio, multicéntrico, y que supera varias de las deficiencias de los estudios anteriores. Este ensayo incluye 576 niños menores de 18 años, con antecedentes de 1 o más IVUs comprobadas por cultivo. Los pacientes se asignaron aleatoriamente a un grupo de tratamiento (288 niños, profilaxis con trimetroprim/sulfametoxazol) o a un grupo placebo (288 niños), con un seguimiento por 12 meses.
Los resultados resumidos, y traducidos, serían los siguientes:
- Se necesitaría tratar a 14 niños durante un año para evitar 1 IVU, (IC95% 9 a 86).
- Se necesitaría tratar a 17 niños durante un año para evitar 1 IVU con fiebre, (IC95% 9 a 89).
- No hubo diferencias significativas para evitar hospitalizaciones: 23 niños se hospitalizaron en el grupo de profilaxis contra 29 en el grupo placebo.
- No hubo diferencias significativas en el desarrollo o progresión de cicatrices renales.
- Existió un mayor riesgo de resistencias bacterianas en el grupo de profilaxis (p = <0.001): 67% de las infecciones en el grupo de profilaxis fueron causadas por bacterias resistentes al trimetroprim, contra el 25% en el grupo control.
Estos hallazgos demuestran que aunque existe un modesto beneficio en dar la profilaxis, también existe el riesgo de crear mayor resistencia. Y más importante, la profilaxis no parece ayudar para prevenir cicatrices o daño renal, el cual sería uno de los objetivos finales del porqué queremos evitar recurrencias.
Seguiremos en espera del estudio RIVUR, el cual nos aclarará más el panorama de esta intervención, pero por lo pronto suena prudente no usar profilaxis de manera indiscriminada en todos los niños y poner en la balanza los beneficios y los riesgos.
Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa