Dentro de la profesión médica el “error” es uno de las situaciones más temidas y encubiertas, representando un tabú entre los mismos profesionales de la salud, esto debido a sus implicaciones tanto sociales como legales, ya que nos puede estigmatizar como médicos, costar una remuneración económica, nuestra práctica profesional o hasta la libertad.
El error como tal, es una condición esperada como parte de nuestra naturaleza humana, existiendo refranes y dichos que hacen alusión a la misma (Ejemplo: Cometer errores es humano, ocultarlos resulta imperdonable, no aprender de ellos es inexcusable). Sin embargo los errores médicos toman un gran número de vidas; en Estados Unidos cada año mueren aproximadamente 180,000 personas debido a esto (Esper 2011).
La evaluación de los errores inicia en 1945 con la industria aeronáutica, bajo un modelo llamado “técnica del incidente crítico”. Aquí se documentó que la mayoría de los accidentes aéreos militares eran causados por errores del sistema, donde múltiples análisis se realizaron para comprender y prevenir estas fallas; dicha conducta se aplicó de manera muy similar en la especialidad de anestesiología por el Dr Cooper, quien introdujo este sistema de análisis a nuestra práctica médica (Cooper 1978). Posteriormente el instituto de Medicina de Estados Unidos definió el error como una falla en las acciones planificadas para lograr un objetivo, después Reason las clasificó en tres variantes: deslices, lapsos y errores.
Tipos de errores
- Desliz: Falla en la ejecución de una acción, independientemente si el plan fue o no adecuado para lograr el objetivo.
- Lapsos: Involucran falta de memoria.
- Errores: Evento que sobreviene inmediatamente antes de un incidente critico o accidente.
- Planificación adecuada, acción no lograda (circunstancial).
- Planificación inadecuada (mental y/o falta de pericia).
Los errores también se pueden clasificar como activos y latentes, dependiendo del origen que tengan. El primero involucra el sistema organizativo del proceso de salud y el segundo es resultado de las acciones dictadas por dicho sistema. Entonces ¿De quién es la culpa?, ¿Del sistema como regulador de la actividad medica? ¿Del médico? ¿O sólo son un conjunto de varias acciones que lamentablemente llegaron a ese desenlace?
Lo más temido como practicantes de la medicina es cuando ocurren los accidentes e incidentes críticos. El incidente crítico es definido como la situación que lleva al internamiento hospitalario, secuelas o hasta la muerte del paciente. Esa sensación, que más de alguno hemos tenido dentro de nuestra práctica profesional, en donde se suda frio, la percepción visual se hace más lenta y se escucha el palpitar del corazón.
Este incidente crítico solo es el epifenómeno de una serie de eventos desafortunados que no fueron identificados a tiempo, modelo conocido como del queso suizo, diseñado por Reason. Este modelo es representado por varias piezas de queso suizo colocadas una junto a otra, en donde los agujeros representan las fallas activas o latentes, en donde estos agujeros son atravesados por una flecha (la cual representa el error).
Es aquí donde los sistemas de salud realizan modificaciones con el objetivo de prevenir lo más posible los errores médicos, teniendo como estrategias protocolos de procedimientos estandarizados, sistema de distribución de medicamentos, monitoreo constante y educación del personal. A pesar de esto, cuando las cosas pasan (shit happens), ya existen herramientas para llevar un adecuado análisis del problema, una de ellas es conocida como los ACR o análisis causa raíz.
Este tipo de análisis se parece a un pescado; cada una de sus espinas analiza una de las variables presentes durante el error y su objetivo es encontrar el origen de este para prevenirlo en el futuro.
Diagrama de Ishikawa
Cuando los errores culminan en acciones legales, el médico se ve envuelto en un proceso dependiente de su sistema legislativo. No en todos los países se cuenta con una adecuada estadística respecto al problema; por ejemplo en España se llegan a generar 274 quejas al día por errores médicos (Hidalgo 2009). En México la comisión nacional de arbitraje médico es la institución encargada de realizar el proceso estadístico, el cual en el 2010 reportó 654 gestiones inmediatas, 11 585 casos de tipo de servicio ofrecido, 1671 quejas, 1896 casos de demandas civiles y penales, con un costo de 45.8 millones de pesos para cubrir indemnizaciones. (Navarrete 2011).
Principales causas de errores médicos
- Mal estado de la infraestructura del sistema de salud.
- Mala calidad del equipo y medicamentos.
- Deficiencia en el manejo de desechos.
- Deficiencia en el manejo de infecciones.
- Mala capacitación del personal.
- Baja Motivación.
Se teoriza que el aumento en el número de demandas, es secundario al cambio en la relación médico paciente, puesto que se ha abandonado ese contacto tan íntimo que se tenía con la familia y el enfermo, remplazándolo por un modelo servicio-usuario.
¿Se puede evitar esto?, ¿Es posible evitar esta agobiante realidad? Ya que todos estamos destinados a cometer errores en la práctica profesional.
En la actualidad han existido cambios en cuanto a la auto percepción del error y la aceptación del mismo; en el año de 1999 el Dr. Gawalde publicó un error médico suyo e hizo énfasis en una preocupante realidad: “Esto le puede pasar aun a los médicos más preparados” (Gawalde 1999). En el mismo año el Institute of Medicine (IOM) hace una publicación llamada “Errar es humano”, en donde reporta que 98,000 pacientes hospitalizados mueren a consecuencia de errores médicos prevenibles, brindando una de las primeras casuísticas respecto a la magnitud del tema (Kohn 1999).
Desde el punto de vista emocional, para la persona que comete el error existen corrientes que tratan de abordarlo de manera más directa, afrontándolo y aceptando nuestra condición humana en lugar de tratar de esconderlo; esto lo explica el Dr. Brian Goldam en su plática “doctors make mistakes, can we talk about that? Tratando de maximizar la documentación de los errores para poder prevenirlos.
Existen recomendaciones para evitar lo más posible los errores médicos.
- Crear un ambiente de seguridad y manejo de riesgos, en donde se incluya control de infecciones, uso seguro de medicamentos, equipamiento seguro.
- Promover en todos los actores de la salud un alto nivel de comprensión del problema y sus repercusiones, atención multidisciplinaria de los problemas, evaluación de riesgos.
- Metas a mediano y largo plazo de un sistema de mejora continuo.
- Un ambiente no punitivo al error.
Al parecer el error médico es algo inevitable, ya sea que no causen un gran daño y se puedan revertir de manera fácil o que nos marquen de por vida.
Por lo que finalizo con la expresión del médico griego Hipócrates “primum non nocere” (“Lo primero es no hacer daño”) y los dejo con esta excelente plática de Brian Goldman.
Dr. Luis Enrique Colunga Lozano.
Residente de Medicina Interna.
Bibliografía empleada
- Raúl Carrillo Esper,* Jorge Raúl Carrillo Córdova, y cols. “Incidentes críticos y error en la atención médica: ¿es el médico o el sistema?”Med Int Mex 2011;27(3):284-293.
- Gerardo Ricardo Zurita Navarrete, “Estado actual de las demandas” Cirujano General Vol. 33 Supl. 2 – 2011.
- José Antonio Vázquez-Frías, Patricia Villalba-Ortiz, El error en la práctica médica. ¿Qué sabemos al respecto? An Med (Mex) 2011; 56 (1): 49-57.