Ya hemos hablado de resultados indirectos y desenlaces importantes para los pacientes. En la misma línea, vale la pena compartir los «10 mandamientos de la nueva terapéutica» que escribió el Dr. John S. Yudkin (algunas de las interpretaciones y algunos de los ejemplos son míos):
- Deberás tratar de acuerdo al nivel de riesgo del paciente y no de acuerdo al nivel del factor de riesgo. Es decir, no tratar niveles de colesterol ni número de leucocitos, sino tratar pacientes tomando en cuenta los desenlaces que sean importantes para ellos.
- Deberás ser precavido al añadir un medicamento más a un paciente con polifarmacia. Obvio, entre más medicamentos, más efectos secundarios y más errores en dosificación. Yo lo extendería a no dar múltiples medicamentos de cuestionable eficacia en padecimientos autolimitados, por ejemplo: un niño de 2 años con una infección respiratoria alta viral a quien se le receta antibiótico «para la infección» y «para que no se vaya con otro médico» + antitusígeno + antiinflamatorio oral y rectal para que no le vaya a dar fiebre + spray nasal con medicamento y también solución salina + antihistamínico oral + anticongestivo oral + antitusivo tópico.
- Deberás considerar los beneficios de los medicamentos al comprobarse con estudios con desenlaces importantes. Lo primero es el paciente, no valores de laboratorio. Muchos estudios demuestran beneficios en valores de laboratorio y no en desenlaces importantes para el paciente.
- No rendirás tributo al desenlace indirecto. Ya lo hemos discutido.
- No tratarás para llegar a un número específico. Ejemplo, tratar de bajar la fiebre a como dé lugar hasta que el numerito del termómetro llegue a 36.5ºC. O tratar con antibióticos a un paciente hasta que se le «normalice» la biometría hemática.
- Tendrás precaución al escuchar reducciones del riesgo relativo, independientemente de los valores P, porque pueden provenir de poblaciones que no se parecen en nada a tu práctica diaria. Es fácil matizar la información para que parezca más impactante de lo que es.
- Honrarás al número necesario a tratar porque ahí yace la información relevante para el paciente y los costos del tratamiento. Y de igual manera, considerarás el número necesario para dañar (efectos secundarios).
- No recibirás representantes médicos ni codiciarás eventos lujosos de educación médica continua. Las razones son múltiples.
- Deberás compartir las opciones de tratamiento con el paciente, tomando en cuenta sus riesgos individuales y posibles beneficios. Siempre que sea posible.
- Honrarás al anciano, porque aún cuando en él existen los mayores riesgos de las enfermedades, también existen los mayores peligros de múltiples tratamientos. Tal vez no aplique en pediatría, pero podemos extrapolarlo a niños con enfermedades catastróficas como cáncer o malformaciones congénitas graves.
Giordano Pérez Gaxiola
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia
Hospital Pediátrico de Sinaloa